Antes de la Primera Guerra Mundial, en Flandes, un área que hoy ocupa parte de Bélgica, Francia y Holanda, crecían muy pocas amapolas. Pero debido al pesado bombardeo que sufrieron esos suelos arcillosos durante la guerra se enriquecieron con caliza yresiduos y las amapolas empezaron a florecer. Cuando terminó la guerra, la caliza se reabsorvió rápidamente y volvieron a desaparecer. En Flandes se establecieron cementerios para los soldados caídos. El Teniente Coronel John McCrae, que fue un oficial médico canadiense durante la guerra, fue el primer responsable de la adopción de la amapola como un símbolo del recuerdo. En 1915 escribió “In Flandes flieds” (En los campos de Flandes):
En los campos de Flandes las amapolas se funden/ Entre las cruces, hilera tras hilera, / Marcando nuestro sitio; y en el cielo / Vuelan las alondras, lanzando su grito valiente / Apenas oídas, abajo, entre los cañones. /Muertos estamos. Pocos días antes / Vivimos, sentimos amaneceres, vimos crepúsculos rojos, / Amamos y fuimos amados y ahora yacemos / En los campos de Flandes.
Reanudemos nuestro combate con el enemigo: / Desde nuestras inertes manos te lanzamos / La antorcha; tuya es, mantenla en alto. / Si traicionas la fe que los muertos te tenemos / Ya nunca descansaremos, / aunque crezcan las amapolas / En los campos de Flandes.
La imagen de la moneda muestra la Amapola, símbolo del recuerdo a los caídos en la I Primera Guerra Mundial; abajo la fecha 2014-18, que juega con el año actual 2014 y los años que duró la I Guerra Mundial 1914-1918. Y debajo del todo “The Great War Century” (Centenario de la Gran Guerra). Tirada 1.750.000 monedas.