La Sede Vacante es el período que transcurre tras la muerte o renuncia de un pontífice y la elección de su sucesor después de su elección por parte del cónclave. En este caso quien permanece privada de su propia cabeza es la archidiócesis de Roma y, en consecuencia, toda la Iglesia católica.

A la muerte del papa, todos los cargos de la Curia Romana, así como el Cardenal Secretario de Estado cesan automáticamente en sus cargos, a excepción del CardenalCamarlengo, el cardenal vicario de la Diócesis de Roma y del Penitenciario mayor. El cardenal decano del Colegio Cardenalicio, esto es, el mayor en edad de los cardenales, ejerce la presidencia del colegio, preside habitualmente la misa exequial del pontífice y la misa de inauguración del Cónclave, pro eligendo sumo pontífice.

El 11 de febrero del 2013 el Santo Padre Benedicto XVI anunciaba su decisión de renunciar al ministerio petrino a partir de las 20.00 del día 28 de febrero; el 13 de marzo del 2013 los cardenales electores, reunidos en cónclave, elegían a Jorge Mario Bergoglio como 266° sucesor de Pedro.

En el período de Sede Vacante el gobierno ordinario fue asegurado por la Cámara Apostólica, predidida por el Cadernal Camarlengo Tarcisio Bertone de la Santa Romana Iglesia, y compuesta por su vice y por los Prelados clérigos. Memoria de la transición de la Santa Romana Iglesia y signo tangíbile de continuidad, el ejercicio de la facultad de acuñar monedas de Sede Vacante. Una tradición que tiene raíces históricas en el siglo XIV y una costumbre más reciente a partir de la muerte de León X en 1521.

La imagen de la moneda muestra el emblema del Cadernal Camarlengo Tarcisio Bertone. En los laterales aparecen las incripciones Cittá del Vaticano y Sede Vacante MMXIII. Tirada 111.000 monedas. Emisión el 3 de junio del 2013.